Cuando esta publicación salga a la luz, muy probablemente el Pleno Municipal habrá aprobado las ordenanzas y las subidas de impuestos para el próximo año 2025. Este es un paso previo a la presentación de los presupuestos. Durante los pasados ejercicios, hemos manifestado la excesiva alegría del equipo de gobierno en incrementar los gastos más allá de los ingresos recurrentes.
Lo ha tenido fácil porque ha utilizado el ahorro que se había acumulado para inversiones y situaciones de emergencia hasta el punto de que dicho ahorro (“remanente” en términos financieros) ha quedado reducido en más del 80 %. La activación de las restricciones presupuestarias
en el ejercicio 2024, después de 4 años de libertad a los ayuntamientos, obliga a ajustar los gastos corrientes al presupuesto de ingresos. La evolución de los gastos en Palau ha sido tan elevada que obliga a una subida de impuestos importante en algunos de los apartados fiscales de las ordenanzas, reducciones de bonificaciones y ayudas y la creación de nuevas tasas. Así, de entrada la tasa de basuras se incrementa un 25% en su cuota fija y se crea una nueva cuota variable que es un despropósito en su formulación y cálculo, que merecerá todo un comentario aparte si en el Pleno del día 30 de octubre, se hubiera procedido a su aprobación. Habrá que ver como se cuadran los presupuestos del año 2025 que tendrán que incorporar reducciones en algunas de las partidas corrientes actuales, con un probable incremento del endeudamiento sobre todo si se piensa realizar las inversiones que habían prometido en la campaña electoral. Esto deja muy poco margen para los próximos años y los próximos equipos de gobierno, que sufrirán el excesivo uso del ahorro generado en los años previos a 2020.